“El ejército de Myanmar debe ser enjuiciado por genocidio”
En una investigación de un año, la Misión Internacional Independiente de Investigación de las Naciones Unidas sobre Myanmar encontró patrones de graves violaciones de derechos humanos y abusos cometidos en los estados de Kachin, Rakhine y Shan que “indudablemente equivalen a los crímenes más graves del derecho internacional”, principalmente por el ejército de Myanmar, conocido como Tatmadaw.
Los más altos mandos del ejército de Myanmar deberían ser enjuiciados en un tribunal internacional por genocidio contra los musulmanes rohinyás y por crímenes de lesa humanidad contra otras minorías étnicas, aseguraron expertos de Naciones Unidas.
“La necesidad militar nunca justificaría matar indiscriminadamente, violar en grupo a mujeres, agredir a niños y quemar aldeas enteras. Las tácticas del Tatmadaw son consistentes y groseramente desproporcionadas con respecto a las amenazas reales a la seguridad, especialmente en el estado de Rakhine, pero también en el norte de Myanmar “, señala el informe.
Los expertos critican además a la líder de facto birmana, la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, al afirmar que “no utilizó su cargo”, “ni su autoridad moral para frenar o prevenir los acontecimientos en el estado de Rakhine”.
“Tuve suerte, solo fui violada por tres hombres.”
La divulgación de este reporte viene a días de la publicación de un informe sobre las circunstancias que rodearon el éxodo masivo de más de 700.000 personas rohinyá de Myanmar, a partir de mediados de agosto del año pasado, eventos descritos previamente por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanoscomo un “claro ejemplo de limpieza étnica”.
Los crímenes de lesa humanidad cometidos en los estados de Kachin, Shan y Rakhine, en el norte del país asiático, incluyen el asesinato, encarcelamiento arbitrario, desaparición forzada, tortura, violación, esclavitud sexual y otras formas de violencia sexual, persecución y esclavitud. Además, en el estado de Rakhine, también están presentes los elementos de los crímenes contra la humanidad de exterminio y deportación.
Debido a que las autoridades birmanas se negaron a permitir el acceso a los expertos, el reporte se realizó a base de entrevistas con víctimas y testigos, imágenes satelitales y documentos, videos y fotos que fueron autenticados.
De los más de 800 testimonios recabados, el de una sobreviviente que huyó a Bangladesh pone de manifiesto la magnitud del abuso: “Tuve suerte, solo fui violada por tres hombres”, se cita en el reporte.
La Misión también concluyó que “hay suficiente información para justificar la investigación y el enjuiciamiento de altos funcionarios de la cadena de mando Tatmadaw, para que un tribunal competente pueda determinar su responsabilidad por genocidio en relación con la situación en el estado de Rakhine”.
“La misión pide que la situación en Myanmar se remita a la Corte Penal Internacional y, por supuesto, eso es tarea del Consejo de Seguridad. Así que el mensaje para el Consejo de Seguridad es que envíen a Myanmar a la Corte Penal Internacional. Teniendo en cuenta que en Myanmar no se puede lograr la rendición de cuentas, el ímpetu debe llegar de la comunidad internacional”, manifestó el director de la misión de investigación, Marzuki Darusman.
La Misión elaboró una lista de presuntos perpetradores como sujetos prioritarios para ser investigados y enjuiciados, a quienes considera que tenían control efectivo y tenían la mayor responsabilidad. La responsabilidad comienza por lo más alto de la cadena de mando, con el comandante en jefe del Tatmadaw, el general Min Aung Hlaing.
Otros cinco comandantes militares también se mencionan en el informe. Una lista más larga de nombres se mantendrá bajo la custodia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y estará disponible para que se persiga la rendición de cuentas de acuerdo con las normas y estándares internacionales.
Los expertos indicaron que el 18 de septiembre se publicará y presentará ante el Consejo de Derechos Humanos un informe más completo.
Fuente: UN News