Las armas autónomas deben ser prohibidas en el derecho internacional
Fuente: UN News
El Secretario General de la ONU destacó este jueves la importancia de los últimos avances tecnológicos, pero advirtió de las posibles consecuencias negativas que la inteligencia artificial puede comportar en el campo militar.
“Como Secretario General de las Naciones Unidas mi preocupación es asegurarme que la ONU es capaz de apoyar las tecnologías de vanguardia para aprovechar al máximo su impacto positivo, tanto en las personas como en el planeta, y, a su vez, limitar su uso incorrecto”, dijo António Guterres en la jornada inaugural del Web Summit, una prestigiosa conferencia sobre tecnología que se celebra esta semana en Lisboa.
Guterres destacó que la característica más fascinante de esos avances es la velocidad en la que se suceden al afirmar que el “90% de los datos que hay actualmente en el mundo se crearon en los últimos dos años”.
Pero ese factor no es el único importante, ya que también ayudan a curar enfermedades, sirven para luchar contra el hambre e impulsar el crecimiento económico y el desarrollo alrededor del mundo, y nos permiten ser más efectivos para abordar los problemas a los que se enfrenta el mundo.
En este aspecto, subrayó las desigualdades y desequilibrios creados por la globalización y apuntó a la Agenda 2030 como el plan de acción de la ONU para lograr “una globalización justa”, junto al apoyo de una versión “turbo propulsada” por estas tecnologías.
El desafío de las armas autónomas
Sin embargo, el Secretario General apuntó que todos estos avances presentan una serie de desafíos y riesgos.
A su parecer, la inteligencia artificial ayuda en tareas positivas “como el diagnóstico médico o de vigilancia”, pero señaló su preocupación sobre una faceta en la que las máquinas pueden sustituir a los hombres: las armas que tendrán la posibilidad de matar por sí mismas.
Guterres advirtió que la “militarización de la inteligencia artificial representa un grave peligro”. Dar la posibilidad de seleccionar objetivos a las máquinas creará enormes dificultades ya que “hará muy difícil evitar la escalada de conflictos y garantizar el respeto del derecho internacional humanitario en los campos de batalla”.
“Las máquinas que tienen el poder y la discreción de quitar vidas humanas son políticamente inaceptables, son moralmente repugnantes y deben ser prohibidas por el derecho internacional”, enfatizó.
No estamos preparados para la cuarta revolución
Otro aspecto que preocupa al Secretario General es el impacto social de la cuarta revolución industrial que comportará una gran creación y destrucción de empleos.
“Es difícil saber qué número será mayor, pero esos trabajos serán muy diferentes a los actuales y nos enfrentaremos a un alto desempleo”, añadiendo que “no estamos preparados ni nos estamos preparando lo suficientemente rápido” para afrontar una situación que puede crear desorden social.
Por último, destacó el uso indebido de internet ya que se usa para transmitir el discurso del odio, violar la privacidad de las personas y en algunos casos los gobiernos u otras instituciones que lo usan para oprimir, censurar y controlar a sus ciudadanos.
“Internet no ha creado populismo o la polarización en las sociedades. Estas situaciones tienen causas muy profundas y no se puede culpar a la red de ello. Pero sí de amplificar esos problemas”.
Ante esta situación, señaló la importancia de movilizar a los gobiernos, a la sociedad civil y a los académicos para evitar situaciones “como la manipulación digital de elecciones” y para crear una serie de “filtros” que sean capaces de impedir el discurso del odio.